Nos adentramos en el fascinante mundo de la literatura de la Edad Media, una época llena de historias, mitos y leyendas que han dejado una huella profunda en la cultura y el pensamiento occidental.

La literatura del siglo XVI encuentra en Petrarca una de sus figuras más influyentes y destacadas. Aunque su obra comenzó en el siglo XIV, su influencia literaria se extendió con fuerza hasta el Renacimiento del siglo XVI, marcando profundamente el desarrollo de la poesía y el humanismo.

La literatura del siglo XVI alcanzó su esplendor con autores como Quevedo y Góngora, cuyas obras marcaron profundamente el Siglo de Oro español. Quevedo, con su aguda sátira y estilo directo, destacó por sus críticas mordaces a la sociedad de su tiempo, mientras que Góngora, con su compleja y refinada poesía, fue maestro del culteranismo, un estilo lleno de metáforas y simbolismo.

La literatura del siglo XVIII estuvo marcada por el legado de dos grandes figuras del Siglo de Oro español: Lope de Vega y Calderón de la Barca. Aunque sus obras se desarrollaron principalmente en el siglo XVII, su influencia perduró a lo largo del siglo XVIII, dejando una profunda huella en el teatro y la poesía de la época.

Nos disponemos a estudiar dos de los movimientos literarios más influyentes de la literatura española: el Modernismo y la Generación del 98. El Modernismo, caracterizado por su búsqueda de la belleza, la renovación estilística y su enfoque en lo estético, surgió a finales del siglo XIX con figuras como Rubén Darío.

Vamos a adentrarnos en tres movimientos clave de la literatura del siglo XX: el Novecentismo, las Vanguardias y la Generación del 27. El Novecentismo, también conocido como la Generación del 14, surgió como una reacción al subjetivismo del Modernismo, apostando por la razón, el rigor intelectual y un estilo más depurado.