Anaxímenes, discípulo de Anaximandro, mantuvo la búsqueda del arjé pero propuso que el aire es el principio fundamental de todo. Según Anaxímenes, el aire es el elemento básico que da origen a todas las cosas mediante los procesos de condensación y rarefacción. Cuando el aire se condensa, forma el agua, y si se condensa aún más, da lugar a la tierra y las rocas. Por otro lado, cuando se rarefacta, el aire se transforma en fuego. Para él, el aire es una sustancia omnipresente y vital, tanto en el cosmos como en el ser humano, donde está presente en la respiración.
Anaxímenes también fue el primero en proponer que las estrellas y el sol no son divinidades, sino objetos materiales que flotan sobre capas de aire, lo que representa un avance hacia una visión materialista del universo.
Características de su pensamiento
Vitalismo: El aire no solo es el principio material del cosmos, sino que también es el principio vital, ya que está asociado con la vida y la respiración.
Transformación continua: A través de la condensación y rarefacción, el aire puede transformarse en diferentes elementos, proporcionando una explicación mecánica de la naturaleza y del cambio.